ACiudad Perdida se llega tomando la vía a Santa Marta-Riohacha y deviándose en el sitio conocido como Guacha Puerto Nuevo, en el kilómetro 52, hacia la población de El Mamey. A partir de ese punto hay dos o tres jornadas de distancia hasta el parque arqueológico, recorriendo un camino de herradura y un sendero peatonal. Usted podrá escoger entre tres caminos, cada uno más difícil que el otro, para llegar a Teyuna.
Este sendero recorre el margen del río Guachaca y El Mamey. Al iniciar la caminata se atraviesan las ruinas de Mutanyi y Koskúnguena, antiguos poblados de los Koguis y primer contacto con la mística de las culturas prehispánicas. Al comenzar el ascenso se encuentra una gran escalinata, toda de piedra, de la que se sabe que tiene 1200 peldaños y que funciona como portal de las ruinas principales. La ruta que llega hasta allí está cruzada varias veces por el río Buritaca, por lo que deberá ir atento, ya que hay peligro de rápidas crecientes. Esta ruta es la más corta y es la que menos paisajes ofrece. La vía tiene tráfico constante y muchos de los visitantes son extranjeros, que suelen viajar en grupos de entre tres y diez personas.
Este recorrido es más difícil, hecho para aventureros.
El primer trecho está en estado salvaje y conduce a Minca, y de allí a la Tagua, repleta de zonas de bosque húmedo y un relieve irregular que va moliendo las piernas. Este trayecto conduce hasta Filo Cartagena, donde se ha construido un refugio para que los caminantes recarguen energías para seguir con el tour.
La segunda jornada arranca con una caminata por los diferentes ríos cristalinos y al final del día se puede descansar sobre las ruinas de un asentamiento de Tayronas en el que se hicieron algunas excavaciones arqueológicas y del que se ha sacado material para investigar esta cultura. Al tercer día el trecho es más riguroso, el terreno se vuelve muy inestable y el tránsito se hace lento. Hay que cruzar los ríos Buritaca y Guachaca para poder llegar a Ciudad Perdida. Los turistas que han hecho esta peregrinación coinciden en que, pese al cansancio de la larga travesía que por momentos pareciera que nunca se fuera a acabar, el lugar no pierde su magia y las fuerzas para continuar vienen de la misma montaña y del deseo por saber que hay más allá.
Esta opción es la más arriesgada, pues es necesario tener conocimiento previo de escalada de montaña. Se ofrece el ascenso a los picos nevados, las lagunas de altura y las ruinas de los poblados arhuacos. La entrada está en la zona sur de la sierra, en el departamento de Cesar y el recorrido es de muchos más días.
En cualquiera de los tres trayectos, además de una amplia riqueza de flora y fauna, podrá apreciar un complejo sistema de construcciones, caminos empedrados, escaleras y muros intercomunicados por una serie de terrazas y plataformas sobre las cuales se construyeron los centros ceremoniales, casas y sitios de almacenamiento de víveres. Muchos animales acompañarán su trayecto: aves exóticas, que para los índigenas son fuente de información del clima, cosechas y estados naturales; mariposas que revolotean constantemente, reptiles que bordean los caminos de herradura, venados, dantas, y el particular tigre mariposo.
Contacta uno de nuestros asesores vía WhatsApp completando el formulario